Dar y recibir opiniones

15 de enero de 2018

Hace poco di una breve charla en nuestra reunión habitual de los viernes sobre cómo dar y recibir feedback de forma eficaz. Aunque parte de la charla se basaba en mis experiencias anteriores, la mayor parte la extraje de algunas fuentes y personas que han influido en mí.

Estas son las notas de la presentación.

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¿Por qué es importante la retroalimentación?

Si nos proporcionamos unos a otros comentarios útiles y más productivos, podemos ayudar a quienes nos rodean. Para hacerlo con eficacia, podemos considerar que dar y recibir feedback es otra habilidad que puede aprenderse y mejorarse con la práctica (como cualquier otra habilidad si se contempla con una mentalidad de crecimiento).

Crecimiento personal y mejora continua - El feedback nos impide estancarnos y desanimarnos al mostrarnos lo que ya hacemos correctamente y lo que necesitamos desarrollar para mejorar. En ese sentido, es un gran facilitador del cambio y nos proporciona un camino a seguir.

De vez en cuando nos equivocamos, asumimos cosas incorrectamente y nos comunicamos de forma confusa y posiblemente descortés para los demás. La única forma de no seguir cometiendo los mismos errores es recibir comentarios e invertir tiempo en preguntar y aprender cómo viven los demás la experiencia de trabajar contigo.

Confianza y rendimiento - Cuando se hace bien, el feedback es un método realmente sencillo para generar confianza y tener un impacto positivo en el rendimiento y la mentalidad de la persona que lo recibe.

¿Cómo podemos dar un feedback eficaz?

Sea específico: céntrese en los comportamientos y no en la persona o su personalidad. Utiliza ejemplos reales, escenarios reales y habla de los comportamientos que has observado y de su impacto en ti o en los demás.

Oportuno y pertinente: es mejor dar la información lo más cerca posible del comportamiento observado. Así es más fácil para ambas partes relacionarlo y actuar. Por ejemplo, si el comportamiento observado se produce en público durante una conversación acalorada, deja que la conversación termine y habla después con la persona en privado, lo que nos lleva al siguiente punto.

Que sea una conversación bidireccional y, a ser posible, en privado. Ambas personas tienen que estar en un entorno cómodo y en terreno mutuo para hablar abierta y honestamente; no es ni mucho menos lo ideal mantener este tipo de conversaciones al alcance de otras personas.

Los comentarios "negativos" son absolutamente aceptables, pero hay que evitar limitarse a criticar o quejarse. Intente darle un giro más constructivo y positivo. Las palabras son importantes, no quieras que parezca un ataque, así que centrarte en un comportamiento o un acontecimiento concreto puede ser de gran ayuda.

Suposiciones - Es muy probable que no tengas toda la información, así que lo mejor es suponer que la persona estaba haciendo lo que creía correcto en ese momento con la información que tenía. Puedes utilizar frases como "Estoy seguro de que estoy haciendo muchas suposiciones, pero..." o "Una de las cosas en las que quiero ayudar es...". Estas frases ayudan a admitir que podemos estar equivocados y, aun así, compartir algo para que salga a la luz.

¿Qué podemos hacer mejor cuando recibimos comentarios?

Escuchar atentamente y reconocer - La persona que da la retroalimentación necesita experimentar dos cosas por parte del receptor. 1, que le han entendido y 2, que le han aportado algún tipo de valor. Así que escucha con atención, evita ponerte a la defensiva e intenta demostrar que le has entendido. Expresa también tu agradecimiento, no está de más dar las gracias (no es una situación fácil para ninguno de los dos).

Aclare los detalles - Si le cuesta entender lo que se dice, pida aclaraciones. Pida ejemplos concretos con preguntas como "¿Qué puedo hacer de otra manera?". O "¿Tiene un ejemplo más concreto?". Esto ayuda a alejar a la gente de su juicio sobre una situación y, con suerte, a sacar a la superficie los comportamientos observados.

Comparte tu contexto: es probable que la gente saque conclusiones erróneas y, si tienes una, no pasa nada por ofrecer una imagen más completa. Eso es en sí mismo un resultado muy útil de una conversación abierta.

Estos tres primeros consejos para recibir opiniones tratan sobre cómo estar más preparado para recibirlas de una manera que no sea la ideal y cuál es la mejor manera de desempaquetarlas para que resulten más útiles. Los siguientes son consejos más generales.

No pasa nada por discrepar - Dicho todo lo anterior, no pasa nada por discrepar. No tienes por qué aceptarlo todo, es tu decisión. Y como persona que da feedback, no deberíamos tener una expectativa predeterminada de que el receptor tomará medidas.

Feedback específico - Si buscas feedback específico, establece algunas restricciones antes de la conversación. Por ejemplo: "Quiero asumir más responsabilidades en esta área de la empresa, ¿puedes darme tu opinión u orientación sobre cómo podría hacerlo? Es mejor hacerlo antes de la conversación para dar a la otra persona la oportunidad de preparar este tipo de feedback.

Siéntase cómodo con el fracaso - Acepte el fracaso (porque es casi seguro que se producirá) y aproveche al máximo la oportunidad de aprendizaje que se le presenta.

Consejos para preparar los comentarios

En primer lugar, si es posible, es mejor preparar algunos comentarios antes de la sesión. Cuanto más preparados estén ambos participantes, más provecho sacarán de la discusión.

Me gusta, me gustaría - Comportamientos que le gustan y comportamientos que le gustaría ver más.

Más de, menos de, empezar a hacer, dejar de hacer y seguir haciendo - Es un formato clásico de retrospectiva, pero útil aquí también, esto se menciona en este excelente folleto de retroalimentación. También merece la pena echar un vistazo al resto del blog de Pat Kua, donde encontrarás más consejos sobre la retroalimentación.

Empezar, parar, continuar - Otro formato retrospectivo que también funciona bien aquí.

Sándwich de elogios - Con esto puedes dar más feedback negativo/constructivo y luego seguirlo con feedback mucho más positivo.

Hay montones de opciones para preparar y estructurar la retroalimentación, así que busca la que mejor se adapte a ti.